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Historia de un a día con pensamientos positivos

 Historia de un a día con pensamientos positivos

Suena el despertador. Extiendes el brazo para coger el móvil y apagar la melodía que te ha despertado. Lees tú mensaje de buenos días: Hoy será un gran día.

Sales de tu apartamento y sonríes al conductor del autobús, a tus vecinos y a tus colegas.

Sonríes al recordar que ayer ayudaste a tu vecina a remontar su compra o que le recogiste el periódico a esa persona que siempre le gusta leerlo.

Son pequeños detalles pero que han hecho que tú y dos personas más, disfruten de un momento de tranquilidad y paz.

Son momentos pequeños que hacen que tu seas mejor persona, y que esas personas además estén contentas, y a su vez, seguro también harán un favor a alguien que saben.

La felicidad, el desconsuelo, el rencor… son sentimientos, que aunque nos parezca extraño, se contagian.

Haz la prueba. Sonríe y veras como todo el mundo sonríe, la gente se cede el asiento en el transporte público, y la conformidad hace que tu vida lleve su propia banda sonora, como en una película.

Si por el contrario te enojas, chillas, estas de malhumor… parece que todo se pone en tu contra y que hay barreras que te impiden avanzar.

Sí, estamos de acuerdo, la vida a veces puede no ser perfecta. Quizá a veces las cosas no salen como esperabas. Parece que día tras día te cuesta más sonreír… Pero eso es porque no te paras cada día a pensar las cosas buenas que te han pasado. Haz cada noche un recuento, y veras, que al final, encuentras alguna cosa buena por la que sentirte bien.

Ante todo: piensa en positivo. Piensa bien de los demás. No juzgues, no critiques,…

Así entre todos, pensando bien, puede que cada día, sea un poco mejor.




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