Es importante de pensar y desarrollar nuestras fortalezas en lugar de enfocarnos en lo que no podemos hacer o en lo que somos más débiles. Esto es un truco muy recomendado por los grandes consultores de recursos humanos para todas aquellas personas que buscan trabajo.

Un ejemplo, supón que eres el jefe de recursos humanos de una empresa, y tienes dos candidatos que, sobre el papel, tienen la misma valía, y a la pregunta “¿Cuáles son tus puntos frágiles?” te rebaten:

Pretendiente 1: “pues no se me dan muy bien los idiomas, por más que lo intento y me atrevo es el curso que estoy haciendo, soy inepto de aprender inglés”

Pretendiente 2: “hace algunos años me di cuenta que tenía problemas para aprender inglés, por lo que hace unos meses decidí volver a insistir en este aspecto y he retornado a estudiar, de esta forma quiero sacarme esa asignatura pendiente y progresar en mi carrera profesional”

¿A qué pretendiente preferirías? Diciendo lo mismo los dos enfocan su punto débil de dos formas muy distintas. El pretendiente 1 está tan convencido que no puede aprender inglés que probablemente, no lo consiga. El pretendiente 2 ha descubierto un punto débil y lo ha convertido en un reto y una ocasión para ponerse a prueba a sí mismo. ¿Ves la diferencia?

Algunos pensamientos determinan como nos sentimos, y nuestros sentimientos establecen nuestras acciones. Si nos hablamos de forma positiva conseguiremos sentirnos mejor y, de esta forma, ser más eficaces y eficientes, obteniendo mejores resultados de nuestra vida.