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Como promover el cambio de ser positivo

 Cómo tener pensamientos positivos

Conquistamos lo que pensamos, tanto si es positivo como negativo. Estando al corriente de eso, ¿no sería mejor elegir los pensamientos positivos? Evitar los pensamientos melancólicos y negativos mediante una práctica de autodisciplina, es clave para mantener una actitud positiva día a día.

Si nos concentramos solo en lo negativo, solo asumiremos más escenarios malos, por lo tanto, cuanto más nos preparemos mentalmente para pensar en positivo, atraeremos más energía positiva y estaremos en el mejor camino de conseguir todo lo que queremos de nuestra vida.

La cuestión es ¿cómo podemos hacerlo?

No hay una respuesta universal para todos, pero si podemos dar unas guías que nos ayudarán a convertir esta práctica de autodisciplina en algo automático.

1.- Primordialmente, nos interesa saber hacia dónde van nuestros pensamientos en cuanto “los dejamos ir”. Para indagarlo, intenta realizar el siguiente ejercicio: cuando sientas que tu mente “se va”, síguela y mira hacia donde te lleva. ¿Tu mente se dirige por defecto hacia cosas positivas y tiene una perspectiva de futuro atractiva o más bien se centra en lo negativo, analiza situaciones malas, tristes o dolorosas de tu presente y tu pasado haciéndote imaginar un futuro más bien negro? Saber hacia dónde va tu mente e identificar los elementos que activan los pensamientos negativos te ayudará a controlarlos más fácilmente.

2.- Cuando te surja una situación provocadora y adversa, párate y analízala para encontrar lo bueno que hay en ella, siempre podemos encontrar algo positivo por pequeño que te parezca, de esta forma lograrás apartar el pensamiento negativo.

Supongamos, por ejemplo, que tenemos 52 años y nuestro jefe nos notifica que, debido a la crisis, nuestro puesto de trabajo ha quedado afectado por una reducción de plantilla y vamos a perder el empleo en 20 días.

Algunos pensamientos negativos que inminentemente nos podrían venir a la cabeza serían:

-“Soy Viejo y nadie me querrá contratar a mi edad”

-“Nunca podré sufragar la hipoteca y perderé la casa”

Si en su lugar, orientamos la situación de forma positiva, sería mucho más productivo para nosotros pensar en las ventajas de la nueva situación, por pequeñas que nos puedan parecer en un principio:

– “Soy alguien con mucha experiencia en el sector y excelente valía, aunque me tome algo de tiempo, sé que mi perfil es altamente interesante para otras empresas, fundamentalmente en momentos de crisis en que se necesita gente con máxima capacidad resolutiva y alta productividad”

– “Por fin podré pasar más tiempo con mi familia y aprender la posibilidad de abrir ese pequeño negocio que tanto tiempo tengo en mente”

– “Ahora podré explorar otras opciones profesionales e incluso cambiar a un sector menos afectado por los ciclos económicos”

La idea no es mentir, claro está, sino analizar la situación y encontrarle, al menos, un punto de vista positivo. De esta forma evitaremos depresiones, cambios de humor nada deseables y, lo que es aún más importante, no entraremos en una bucle de acción-reacción: a peores pensamientos, malos resultados, y seguidamente, a peores resultados, peores pensamientos…y así hasta el infinito.

3.- Cuando los pensamientos negativos y/o la desesperación te abrumen tanto que te veas incapaz de cambiarlos a positivos, intenta escribir lo que sientes. Una vez lo hayas hecho, dale la vuelta a tus pensamientos negativos y escribe al lado justo lo contrario, o sea, la versión positiva de los mismos.

Una vez tengas la lista en positivo, quédate con esos pensamientos y desecha los negativos.

4.- Casi siempre excusamos nuestra forma negativa de pensar en que los pensamientos negativos son como señales de peligro o aviso en determinadas situaciones. Pero si sustituimos esos pensamientos negativos por cautela, el resultado será mucho más positivo.

5.- Examina tu forma de hablar y evita palabras que sean negativas o pesimistas del tipo “yo no puedo…”, “si pudiera…”, “eso solo le ocurre a los demás…”, “yo no tengo suerte…”.

Cuando aprendemos a decir las cosas desde un lado positivo, con la práctica, nos saldrá de forma natural.




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